Entrevista Vega Carabias: «Las mujeres de Soulem me alucinan y me fascinan»

Vega Carabias estaba destinada a ser parte de Soulem. Descubrió a la organización y su  labor en plena investigación para un trabajo de su Grado Superior en Patronaje y no pudo resistir contactar con ella. Necesitaba felicitar al equipo por esa moda tan distinta que hacían. Desde entonces ha soñado con colaborar en su proyecto inclusivo y ahora su anhelo se ha hecho realidad. Esta joven diseñadora e integradora derrocha talento y una energía arrolladora como Jefa del Taller de Costura. Está feliz y espera contribuir a que esta modesta empresa de mujeres valientes crezca mucho más apostando por una moda ecológica cada vez más demandada. Sueño cumplido e infinidad de alianzas por construir.

Publicado por Virginia Serrano, periodista especializada en decoración e interiorismo

Una vocación que siempre estuvo ahí

Cuando Vega recuerda su infancia en casa le vienen a la cabeza escenas entrañables de su madre cosiendo y del resto de las mujeres de la familia, como su tía, figura a la que admira. La máquina de coser siempre estaba ahí y alrededor de ella había una actividad frenética. Así fue calando en ella este oficio artesano aunque el mundo de la moda le parecía algo muy lejano, por mucho que le gustara, incluso inaccesible. Y así esa vocación comenzaba a desvanecerse.

“Empecé formándome en lo social, en la integración, pero escuchaba una voz interna que me decía que tenía que parar, escucharme y recolocarme para ir en busca de mi sueño y lo hice”, confiesa. Hasta llegar a Soulem, Vega no ha dejado de prepararse formándose desde los cimientos de este oficio; el patronaje. Comenzó en él porque está convencida de que saber construir prendas es muy poderoso, permite conocer los tejidos, aprender a fondo la confección… En definitiva, da sentido a todo el proceso de diseño que realiza un diseñador de moda como ella.

Moda con una visión artística y capaz de cambiar la sociedad

La llegada de Vega al Taller de Costura de Soulem es un soplo de aire fresco que impregnará las próximas colecciones de un nuevo lenguaje estético más conceptual y donde el arte estará muy presente. Nos cuenta  que el concepto artístico de un cuadro siempre se encuentra en los estampados que concibe, en su color e incluso en las formas geométricas que idea a la hora de dibujar una prenda de ropa. “Es una forma de mirar, como llevar el arte sobre el cuerpo”, afirma.

En el proceso creativo de esta joven todo lo dictan las palabras porque cualquier trabajo de investigación va ligado a un libro de donde siempre suelen surgir ideas. Aunque lo habitual es crear desde una imagen, a ella le resulta más fácil hacerlo desde la palabra, trazar mapas. Quizá tenga que ver con el lazo antropológico que para ella hay detrás de cada pieza única confeccionada en un taller de costura.

Para Vega cualquier diseño y trabajo de confección deben poner en valor la historia, construir desde lo ya conocido con los recursos y tejidos disponibles y favoreciendo un concepto de circularidad que promueve una economía más sostenible, de kilómetro cero. Está convencida de que la moda puede llegar a generar un cambio social.

El reto de sumar en un proyecto de integración social

Llegar a Soulem y hacerlo como Jefa del Taller de Costura ha sido cumplir un sueño, cerrar un círculo y descubrir que tiene infinidad de conexiones con el equipo de mujeres que están al frente (desde la presidenta, María Luisa Fresno, a su Ceo, Macarena López-Cordón, y Sonia Agudo, la Directora Comercial). Pero el camino profesional hasta llegar aquí no fue fácil, le alejaba de alcanzar su sueño y poder ser coherente con su ética.

Ahora se siente plenamente alineada con los principios que mueven a esta organización de integración y con su visión sobre entender y hacer una moda sostenible, de la que se enamoró hace unos años. Con ella trabajan en el taller mujeres desfavorecidas a las que Soulem está ayudando a tener una vida digna por medio del oficio de costureras para el que han sido preparadas.

Un oficio en el que aún queda mucho por aprender. Vega es consciente de ello y le ilusiona especialmente compartir con ellas conocimientos de patronaje desde lo más básico. Su lado más formativo vuelve a salir a escena. “Para mí es importante hacerlas sentir que son muy valiosas, que ganen confianza en las tareas que realizan y que sean lo más autónomas posibles”, explica.

«Para mí es importante hacerlas sentir que son muy valiosas, que ganen confianza en las tareas que realizan»

Un momento para consolidarse y conquistar el mundo

Desde este taller de costura, su base de operaciones, para Vega cada día es una jornada estimulante donde demostrar talento, creatividad y ganas de seguir creciendo. En él toma forma una moda sostenible, ética e inclusiva en la que tienen cabida desde nuevas colecciones de verano e invierno, a complementos y objetos decorativos textiles de una calidad exquisita y un sello estético inconfundible. Prendas de impacto social con las que ayudar a salir adelante a sus autoras.

Esta joven diseñadora siente verdadera admiración por las mujeres vulnerables de Soulem y en su opinión el lema de la organización, “Vidas valientes, vidas reconstruidas”, es cien por cien real, no hay la más mínima exageración. “No son conscientes de lo poderosas que son. Me alucinan y me fascinan”.

Optimista y segura del valioso papel de integración social que cumple Soulem en la sociedad de este siglo, si algo anhela para la organización, dentro de su pequeña parcela, es la consolidación. Dejar de ser algo humilde en el escenario de la moda y poner el foco en las personas. Alcanzar ese lugar que merece en la industria ecológica de hoy. Como una nueva ilusión por cumplir.