Dana y la marea humana solidaria que nunca se olvidará

María Luisa Fresno, fundadora de la Asociación Entre Mujeres y Soulem, lleva muy a gala pertenecer a uno de los barrios más populares de Madrid, la U.V.A de Hortaleza, el lugar donde nació este proyecto social y donde la solidaridad entre los vecinos es una manera de entender la vida. La misma que lleva semanas impregnando a infinidad de actos de colaboración protagonizados por una marea humana ejemplar y anónima, procedente de toda España y volcada en una única misión; ayudar a las víctimas de las trágicas inundaciones de la dana donde más fuerte ha golpeado, la mayoría en municipios de Valencia, pero también en Castilla la Mancha y Andalucía. Esos ciudadanos que de un día para otro lo han perdido Todo o casi Todo, algunos hasta su vida o a seres queridos.

Publicado por Virginia Serrano, periodista .

Tender la mano cuando la vida se rompe

Tender la mano, ser generosos con tantas y tantas personas desamparadas por un desastre natural que ha hecho historia en España (el peor en más de medio siglo) y ha sido capaz de sepultar poblaciones donde nacieron, crecieron y han levantado una vida entera. Paiporta, Catarroja, Picanya, Sedaví, Alfafar, Torrent, Massanassa, Letur… Municipios borrados casi del mapa por una lluvia que no sabe llover y el desbordamiento de torrentes, barrancos y cauces de ríos enfurecidos. Una manera humana solidaria dispuesta a empatizar con estos vecinos en uno de los momentos más difíciles de sus vidas.

En Soulem saben muy bien lo valioso que es esta generosidad con mayúsculas, la fuerza e impulso que da para salir adelante cuando la vida se rompe, a veces por catástrofes naturales como esta gota fría demoledora y otras por pasados trágicos como los que han vivido las mujeres supervivientes a la violencia extrema y a la migración forzada que dan sentido a su proyecto de inserción social. En él encuentran apoyo, comprensión, solidaridad, formación y un trabajo para empezar de cero y reinsertarse en la sociedad.

Una generosidad repleta de fuerza y coraje

La solidaridad engrandece al ser humano y en estas semanas tan trágicas para los vecinos de los municipios destrozados por las inundaciones todo ha sido menos doloroso y cruel gracias a los incontables gestos solidarios protagonizados por una marea de voluntarios anónimos inagotable en energía y coraje que nos ha conquistado el corazón. Ni familias, ni amigos que, por supuesto, también han estado y siguen estando ahí.

Desde miles de jóvenes españoles que han dejando sus clases para quitar barro en zonas cero con un arrojo ejemplar, a opositores aparcando sus horas de estudio para ayudar a limpiar y retirar enseres, o agricultores abandonando sus tareas agrícolas para prestar sus tractores y arrancar barro de las entrañas de estas poblaciones… Son solo un apunte de una inmensa marea humana polifacética y altruista imposible de olvidar.

Ponerse en la piel del otro desde el afecto y el respeto

«Valencia somos todos» ha sido casi un himno compartido para muchos durante estos días y en la cabeza y el corazón de la familia Soulem también ha sonado especialmente con todo el cariño y empatía del mundo. Ponerse en la piel del otro con el máximo respeto es para sus artífices, María Luisa y Macarena López-Cordón, directora general de AEM y Soulem, un lema. El punto de partida para esta organización social porque solo desde ahí, empatizando con las trágicas vidas de las mujeres que la integran conciben abrirles sus puertas para iniciar todo un proceso de integración social y transformación.

Además de empatía, los actos solidarios de estos días de tragedia y desolación rebosan gestos de afecto y cariño hacia miles de personas de a pie cuyas vidas se han quedado vacías por culpa de esta dana. Son emociones necesarias, vitales para resurgir, volver a empezar, recuperar sus vidas donde las dejaron con la dignidad que merece el ser humano y aunque la normalidad tan anhelada se vea en el horizonte casi como un espejismo imposible de alcanzar. Desde preparar en medido del barro un café con un corazón dibujado para una vecina, a la música en directo de un joven decidido a dulcificar tan durísimos momentos, ese paréntesis musical tan reparador, capaz de hacernos olvidar, soñar y recuperar esperanza.

Trabajar a destajo al son de una canción para seguir soñando

Por eso, en esta ola solidaria humana tan llena de fuerza no faltan los cánticos de voluntarios que saben a ciencia cierta lo beneficioso que es compartir una canción mientras siguen trabajando a destajo. Han venido de muchas partes de España, e incluso de Senegal, no han dudado en aparcar sus vidas para hacer lo que consideran que deben hacer, ayudar sin más y si puede ser con una pizca de alegría en medio del desaliento, mejor que mejor.

Para Soulem también es clave creer en la esperanza, en el renacer de las personas más vulnerables desde la ilusión y la confianza, como las que sienten las mujeres con las que forman una pequeña gran familia. Construir una vida digna para ellas en un futuro donde los sueños por cumplir tengan cabida.

Estos pueblos y estos vecinos también recuperarán su normalidad y sus sueños, volverá a ellos la alegría de vivir y lo harán dejando en lo más alto de una memoria colectiva la valentía y generosidad de esos voluntarios tan especiales, únicos. Más de 12.000 personas capaces de llevarles esperanza cuando en su mundo solo existía la nada. Para el resto, serán una lección de vida imposible de olvidar.